Por: Licenia Salazar
Ponencia en Encuentro Internacional de Expresión Negra 2017
Bogotá, septiembre de 2017
Personalmente considero que la paz sin
tolerancia es imposible, solo cuando cada uno de nosotros interioricemos que
estamos es un país que merece que defendamos lo construido en estos seis años,
podremos avanzar más rápido por unas mejores condiciones de vida para los más
desprotegidos, quienes entre ellos se encuentran nuestras comunidades negras,
ellos han sufrido como nadie el rigor de la guerra. Si los
colombianos no blindamos este proceso de paz, nos lo destruyen, y ya sabemos
quienes trabajamos por ese propósito.
Hablar de paz con los altos índices de
exclusión e inequidad, suena difícil. Pero más difícil es continuar en una
guerra que solo beneficia a unos pocos y que genera uno de los más altos costos
sociales en la humanidad que es: la incertidumbre…..de saber que será lo que
nos espera en el futuro inmediato.
Estructurar discursos en medio de la
polarización en que nos encontramos como país, es complicado, pero si es
necesario sentar posiciones frente al acontecer diario. Me declaro amiga de la
paz, me declaro mujer rebelde frente a perder la posibilidad de vivir en un
nuevo país, con las dificultades históricas, pero con nuevas proyecciones si
todos y todas lo decidiéramos. Hoy sería más fácil todo si el camino de la
reconciliación no tuviera tantos obstáculos.
¿Por otra parte, me pregunto regularmente,
cual ha sido nuestra posición como Movimiento Social Afrocolombiano en los
hechos relevantes del país?
Hoy en este escenario “Encuentro Internacional de Expresión Negra 2017, por
una paz sostenible sin racismo. Conferencia voces de Mujeres Pazcifistas” quiero dejar la inquietud y la reflexión
ante ustedes si el comportamiento étnico ha sido el adecuado para enfrentar y
avanzar como Movimiento Social Afrocolombiano MSA. Donde parto de la definición
básica: “MSA es una alternativa política que reúne y aglutina las
diferentes fuerzas e ideologías de los líderes que luchan por la reivindicación
de los derechos de la población afrocolombiana y de los demás sectores
excluidos de diferentes expresiones de comunidades negras a todo lo largo y
ancho del territorio colombiano, con miras a convertirse en una alternativa de
orden social y política, de sentar las bases para la formulación de una
política de estado en beneficio de la población afrocolombiana y demás sectores
marginados del país, a través de unos lineamientos autogestionados y un marco
de planificación democrático. El compromiso del movimiento social
afrocolombiano, debe ser el de un orientador de opinión y señalador o indicador
del camino que conduzca al verdadero avance en el proceso de desarrollo
económico, social y político de las comunidades negras confrontando y exigiendo
un trato justo y equitativo a partir del respeto por sus diferencias”.
¿Hemos cumplido colectivamente?, hemos
estado presentes en las grandes decisiones nacionales y cuáles han sido
nuestros aportes que hayan trascendido y que hayan sido reconocidos?
Difícil contestar esta pregunta.
Por último, expresarles que mi búsqueda
personal me ha conducido a identificar y difundir a través de medios
electrónicos y los espacios que frecuento, los aspectos positivos de nuestras
comunidades negras-afrocolombianas.
Reconozco que abordar algunos temas es
inevitable, sé que cuando se opina, se generan, algunas veces incomodidades en
otros, pero es necesario, si realmente queremos profundizar en las verdaderas
razones por las cuales nuestras comunidades no avanzan de manera mucho más
rápida que como hasta ahora se evidencia.
Como pretexto para generar más lectura y
más controversia he decidido combinar los textos que escribo, con algunas
sátiras hacia nosotros mismos con el fin de abordar asuntos un tanto delicados
pero necesario que los revisemos, entre ellos está el tema político, que genera
tantas pasiones y polarizaciones, he intentado conocer personalmente a cuanto
afronotable existe, término que mi amiga Idalmy Minotta creó, para identificar
todo aquel hombre o mujer si no con capacidades excepcionales, ha llegado a
ocupar cargos de importancia en los sectores público o privado y que en algún
momento de su vida dio luz a la causa afro. Conocerlos para tener una impresión
directa de su actuar y de su compromiso étnico, el resultado ha sido,
interesante, pero en su mayoría decepcionante.
Criticar, descalificar es muy fácil, pero
construir en un medio lleno de discriminación en todos los niveles es
complicado, y a veces lo complicamos más al asumir que no podemos aceptar los
errores de nuestros hermanos, la complacencia es otra cosa, lo que yo considero
es que debemos hacer nuestras discusiones al interior de nuestros procesos,
donde tengamos la valentía de sancionar a quienes de manera sistemática han
incurrido en conductas reprochables. Pero el identificar estos comportamientos
nos tiene que servir para no perpetuar estas conductas ya que, como resultado
de la discriminación estructural en la que vivimos, se maximiza todo lo que
hagamos.
Sumar voluntades, el camino que debemos
escoger sin caer en el camino de unidad por sí misma, que muchos anhelan pero
que realmente por nuestra condición humana es difícil.
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