Buscar este blog

lunes, 2 de julio de 2018

Mandela, icono de la lucha activista

Por Maura Nasly Mosquera Mosquera:
Día 2. MANDELA, ICONO DE LA LUCHA ACTIVISTA

RECORDANDO A MANDELA POR 18 DÍAS
#DiaDeNelsonMandela
#Mandela100


Una de las biografías sobre Mandela anuncia: “El siglo XX dejó dos guerras mundiales, los campos de exterminio y el terror atómico, pero también grandes campeones de la lucha contra la injusticia, como Mahatma Gandhi o Martin Luther King. El último y más carismático de ellos fue Nelson Mandela”.[1]

Como participante del proceso de la III Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia,[2] estuve en Durban.  Aclaro que fue un proceso porque Durban fue un punto de llegada pues su realización articula una serie de eventos, reuniones y movilizaciones previas. La ciudad de Durban es el principal puerto industrial de Sudáfrica y en el año 2001, fecha en la que estuve allí, no existía todavía la maravillosa escultura formada por 50 columnas de acero anclados, cada uno entre 6,5 y 9 metros de altura, las cuales simbolizan la rejas de la prisión en la que Mandela permaneció recluido por más de 27 años, realizada por el artista Marco Cianfanelli, a 90 kilómetros al sur de Durban, para conmemorar el 50 aniversario de la captura de Nelson Mandela por la policía del apartheid.

Al leer las diferentes biografías escritas sobre Nelson Rolihlahla Mandela, Madiba -en nombre de su clan-, lo describen siempre como activista. En unas, se le describe como activista político y en otras, activista y político.  En Wikipedia.org se tiene el concepto de activismo o militancia como la dedicación intensa a alguna línea de acción en la vida pública, ya sea en el campo social, como en lo político, ecológico, religioso u otro. También se entiende por activismo la estimación primordial de la acción, en contraposición al quietismo.
Fuera de las fronteras sudafricanas, Mandela se ganó el respeto mundial por su activismo en contra del apartheid, y por fomentar la reconciliación entre las diferentes razas, por lo que se le ha valorado como una “autoridad moral” que tenía mucho “afán por la verdad”. Aun en vida el mito se había desarrollado alrededor de su persona, y era “tan fuerte, que desvanecía la realidad”, lo que le convirtió en una especie de “santo secular”.

También es interesante recapitular que existe una autobiografía “El largo camino hacia la libertad”, cuya adaptación fue llevada al cine por Justin Chadwick y estrenada en el 2013, siete días antes de la muerte de Nelson Mandela. La traducción del título en España de esta cinta ha sido: Mandela: Del mito al hombre, obviando una vez más el original. Aunque esta vez el ‘nuevo sobrenombre’ aporta mucho más a la reflexión sobre la película y sobre el personaje. La película es un retrato íntimo y poderoso que muestra la vida de Mandela desde su niñez hasta la transformación en el líder pacifista, capaz de enseñar a perdonar con el fin de construir colectivamente una Sudáfrica libre, dejando atrás el odio producto del apartheid. Según la reseña que hace Alberto Pascual Pérez, la cinta se atreve a introducir dos de las facetas más polémicas para el gran público de la vida de Madiba. Por un lado, su aspecto mujeriego, y por otro, el uso de la violencia como instrumento de lucha política. Y son estas dos dimensiones las que aportan un atisbo de riesgo narrativo y frescura a la personalidad del retratado. Cuando la vida que escrutamos, ávidos de conocimiento o por curiosidad, es la de aquellos que buscan un mundo mejor, nuestra indagación se puede topar con trazos de absolutismo. Frecuentemente, nos olvidamos de los conceptos físicos del espacio y del tiempo, incluso de otra variable aún más importante: la humanidad del personaje.

Tal como lo expresó Marco Cianfanelli[3]: “Apunta a una ironía, que el acto político del encarcelamiento de Mandela cimentó su estatus como icono de la lucha, lo que ayudó a fermentar la oleada de resistencia, solidaridad y levantamiento, para lograr el cambio político y la democracia.”

No hay comentarios:

Publicar un comentario