Por: Maria Carmela Quiñones Gongora
Dia 17. MADIBA “ABUELO VENERABLE” ” EL INVICTUS CAPITÁN DE SU ALMA”
Recordando a Mandela por 18 días
#Mandela100
#DiaDeNelsonMandela
Dia 17. MADIBA “ABUELO VENERABLE” ” EL INVICTUS CAPITÁN DE SU ALMA”
Recordando a Mandela por 18 días
#Mandela100
#DiaDeNelsonMandela
Madiba, abuelo venerable, asi conocian en Sudáfrica a Nelson Mandela. Fue un negro rebelde, en un país hegemónicamente dominado por blancos, que hicieron de la discriminación racial una práctica reiterada, hecho este, que Madiba no aceptaba y que se convertiría en la razón en la que Mandela sustentaría su lucha.
En contra de la discriminación racial, recorrió durante años el país promoviendo la desobediencia civil, aun con acciones violentas, por las que fue arrestado y encarcelado, acusado de alta traición a la patria.
Ya en la cárcel, se encontró el poema Invictus de William Ernest Henley, e hizo de este su rema durante los años en que permaneció en la prisión. Se encontraron entonces, dos grandes que entendieron cada uno en su tiempo y espacio, que pasarían a la historia, no por todo aquello que poseían, sino, por aquello a lo que renunciaron para lograrlo. Si, se encontraron las letras sentidas del escritor, con las luchas y actos de un hombre que como Nelson Mandela, estaba decidido a ser, “el amo de su destino y el capitán de su alma.”
Ya en el poder Madiba, fue fiel a sus principios, no lesiono los derechos de los blancos, lucho por las más nobles causas, se destacó como mediador en la resolución de conflictos en África, en donde participo además, como presidente del Congreso Nacional Africano.
En verdad este hombre, “si fue el Invictus amo de su destino, y el capitán de su alma”; lo fue, porque lucho para atesorar y convertir en realidad el ideal de una sociedad libre que perdure, en la que se garantice oportunidades para todos.
Nelson Mandela, fue capaz de inspirar con su labor a toda la humanidad. Su contribución a la lucha por la democracia, la paz y la libertad, es innegable, y provoca hacer un llamado a reflexionar a los gobiernos del mundo, a no repetir la historia de segregación y discriminación por causas distintas, que impide a los ciudadanos del mundo disfrutar de sus derechos, acorde con el principio de la libertad y dignidad humana, del que Mandela, será ejemplo eterno.
El ejemplo de Mandela trasciende a los gobernantes del mundo, quienes deben reconocer las nuevas ciudadanías y garantizar el ejercicio de derechos, para ello; se requiere una alta dosis de sacrificio: “Los verdaderos líderes deben estar dispuestos a sacrificarlo todo por la libertad de su pueblo”.
«He atesorado el ideal de una sociedad libre y democrática, en la que las personas puedan vivir juntas en armonía y con igualdad de oportunidades. Es un ideal por el que estoy dispuesto a morir “Nelson Mandela, 1961.
Todavía hay mucho por hacer y 25 años después del final oficial del apartheid, Sudáfrica continúa caminando hacia la libertad.
En cuanto al racismo, este sigue estando presente en un país donde persiste la pobreza y es el más desigual del mundo, por lo que se hace necesario que no solo allí, sino, todos los gobiernos del mundo actúen inspirados en el legado de Madiba.
EL POEMA REMA - Invictus, Nelson Mandela.
En la noche que me envuelve,
negra, como un pozo insondable,
doy gracias al Dios que fuere
por mi alma inconquistable.
En contra de la discriminación racial, recorrió durante años el país promoviendo la desobediencia civil, aun con acciones violentas, por las que fue arrestado y encarcelado, acusado de alta traición a la patria.
Ya en la cárcel, se encontró el poema Invictus de William Ernest Henley, e hizo de este su rema durante los años en que permaneció en la prisión. Se encontraron entonces, dos grandes que entendieron cada uno en su tiempo y espacio, que pasarían a la historia, no por todo aquello que poseían, sino, por aquello a lo que renunciaron para lograrlo. Si, se encontraron las letras sentidas del escritor, con las luchas y actos de un hombre que como Nelson Mandela, estaba decidido a ser, “el amo de su destino y el capitán de su alma.”
Ya en el poder Madiba, fue fiel a sus principios, no lesiono los derechos de los blancos, lucho por las más nobles causas, se destacó como mediador en la resolución de conflictos en África, en donde participo además, como presidente del Congreso Nacional Africano.
En verdad este hombre, “si fue el Invictus amo de su destino, y el capitán de su alma”; lo fue, porque lucho para atesorar y convertir en realidad el ideal de una sociedad libre que perdure, en la que se garantice oportunidades para todos.
Nelson Mandela, fue capaz de inspirar con su labor a toda la humanidad. Su contribución a la lucha por la democracia, la paz y la libertad, es innegable, y provoca hacer un llamado a reflexionar a los gobiernos del mundo, a no repetir la historia de segregación y discriminación por causas distintas, que impide a los ciudadanos del mundo disfrutar de sus derechos, acorde con el principio de la libertad y dignidad humana, del que Mandela, será ejemplo eterno.
El ejemplo de Mandela trasciende a los gobernantes del mundo, quienes deben reconocer las nuevas ciudadanías y garantizar el ejercicio de derechos, para ello; se requiere una alta dosis de sacrificio: “Los verdaderos líderes deben estar dispuestos a sacrificarlo todo por la libertad de su pueblo”.
«He atesorado el ideal de una sociedad libre y democrática, en la que las personas puedan vivir juntas en armonía y con igualdad de oportunidades. Es un ideal por el que estoy dispuesto a morir “Nelson Mandela, 1961.
Todavía hay mucho por hacer y 25 años después del final oficial del apartheid, Sudáfrica continúa caminando hacia la libertad.
En cuanto al racismo, este sigue estando presente en un país donde persiste la pobreza y es el más desigual del mundo, por lo que se hace necesario que no solo allí, sino, todos los gobiernos del mundo actúen inspirados en el legado de Madiba.
EL POEMA REMA - Invictus, Nelson Mandela.
En la noche que me envuelve,
negra, como un pozo insondable,
doy gracias al Dios que fuere
por mi alma inconquistable.
En las garras de las circunstancias
no he gemido, ni llorado.
no he gemido, ni llorado.
Ante las puñaladas del azar,
si bien he sangrado, jamás me he postrado.
si bien he sangrado, jamás me he postrado.
Más allá de este lugar de ira y llantos
acecha la oscuridad con su horror.
acecha la oscuridad con su horror.
No obstante, la amenaza de los años me halla,
y me hallará, sin temor.
y me hallará, sin temor.
Ya no importa cuan recto haya sido el camino,
ni cuantos castigos lleve a la espalda:
ni cuantos castigos lleve a la espalda:
Soy el amo de mi destino, soy el capitán de mi alma.
Willian Ernts Henley
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