Buscar este blog

miércoles, 10 de febrero de 2021

LA GRAVE PROBLEMÁTICA DE INSEGURIDAD Y ORDEN PÚBLICO EN BUENAVENTURA.

Por: José Eulícer Mosquera Rentería. 

La grave problemática de inseguridad y orden público que viven Buenaventura, Quibdó, Tumaco, Guapi y otros municipios del pacífico colombiano, es resultado del desarrollo inequitativo del país, del abandono oficial a sus poblaciones, de la oscura alianza de gobiernos anteriores con grupos narcoparamilitares para imponer la privatización portuaria y el despojo de las tierras de bajamar y para megaproyectos por parte de inversionistas foráneos, de la corrupción y mediocridad de anteriores gobernantes locales. Todo lo cual ha confluido generándole las peores condiciones de vida a estos pueblos. 

Pobreza y Violencia En Buenaventura Es sabido que los diferentes gobiernos republicanos concentraron el desarrollo de Colombia en unas diez grandes ciudades del interior del país, de la más alta concentración de población euro-mestiza, absurdamente de espalda a sus dos grandes océanos y a sus zonas de frontera. Sumiendo en el abandono sobre todo a las comunidades afrodescendientes e indígenas, todo lo cual las ha llevado a acumular graves problemáticas socioeconómicas, signadas por la pobreza y la miseria. 

También son conocidas las alianzas de diferentes gobiernos con narcotraficantes y sus grupos paramilitares, que se fraguaron desde finales de los años de 1970 y se consolidaron en los años de 1980, alrededor de la financiación de campañas políticas y compromisos de exterminio de militantes de la izquierda, la insurgencia y la oposición en general, lo cual exacerbó la violencia y la violación de los derechos humanos en el país. 

Especialmente para imponer el neoliberalismo y sus privatizaciones de empresas estatales, en relación con Buenaventura, la privatización de su terminal marítimo y la toma de sus territorios de bajamar por parte de inversionistas foráneos, a través del desplazamiento forzado de sus habitantes, se envían grupos paramilitares desde el Cartel de Medellín y el Cartel del Valle del Cauca, quienes conjuntamente con la fuerza pública presente en el puerto, se dedican a realizar sus denominadas “campañas de limpieza social”, asesinando y desapareciendo a decenas de jóvenes, activistas y/o líderes de sindicatos, asociaciones y cooperativas de servicios portuarios que exigían contratación directa con el Estado y un espacio en el terminal marítimo. Al tiempo que el puerto se convertía en vía expedita para el narcotráfico y el tráfico de armas de los diferentes grupos armados. Como lo han venido declarando ante la justicia algunos de los excomandantes narcoparamilitares y lo denunciaron en su momento algunas organizaciones sociales y eclesiásticas de la localidad. 

Si bien estos grupos armados inicialmente llegaron integrados por tropas foráneas, pronto empezaron a reclutar a los jóvenes de la localidad que hubieran pagado servicio militar o que fueran ex policías. 

En relación con lo anterior, desde la Central Cooperativa del Pacífico, CECOOPAL, se le hizo peticiones al Gobierno Nacional para que se aumentara la participación del Municipio de Buenaventura en los aportes del puerto a la nación, del 20% al 60%, y que del 60% correspondiente al municipio, se destinara el 20% para un Fondo de Fomento Empresarial, para apoyar las iniciativas empresariales o emprendimientos de las gentes de la región, a objeto de ir generando oportunidades laborales para los jóvenes y un desarrollo local. Que, de lo contrario, con la privatización portuaria, la alta tecnificación y la prioridad del empleo de personal foráneo que se venía dando en el terminal marítimo, los jóvenes serían objetivo fácil para el reclutamiento por los diferentes grupos armados, y Buenaventura se convertiría en un municipio demasiado violento e invivible para las familias nativas. Lo manifestamos por escrito y a través de nuestro programa radial. 

Dijimos también, que Buenaventura al igual que los demás municipios del pacífico, necesitaban con urgencia de un Plan de Desarrollo Integral, porque más de dos siglos de abandono estatal no le habían permitido crear la infraestructura necesaria para un desarrollo empresarial importante y que le garantice condiciones de vida dignas a sus pobladores. Especialmente es inaceptable, que, con las grandes utilidades, de millones de dólares, que le produce el Terminal Marítimo de Buenaventura a la nación, este municipio, Distrito Especial, no cuente siquiera con un acueducto que le garantice agua potable las 24 horas a la totalidad de sus pobladores. 

Está demostrado que, para los pueblos del pacífico, dadas sus condiciones históricas de abandono estatal, no funcionan las soluciones parciales, ni “economías naranjas” ni nada parecido, se requieren planes integrales de desarrollo. Por ello desde el Movimiento Social Afrocolombiano, apoyado en la Ley 70 de 1993, se ha propuesto el Plan de Desarrollo Integral para Comunidades Negras, Afrocolombianas, Palenqueras y Raizales, que se ha formulado ya unas seis veces, pero no ha habido voluntad política de los gobiernos ni de las bancadas parlamentarias para su inclusión en los presupuestos nacionales. Vergonzosamente, ni siquiera las bancadas afrodescendientes han asumido responsabilidad con el mismo, para negociar y pelear su inclusión. 

Ligado a lo anterior, los pueblos del pacífico coyunturalmente y por separado realizan movilizaciones y paros cívicos exigiendo soluciones para problemas puntuales y, para lograr calmarlos o anestesiarlos, los gobiernos firman compromisos que no cumplen o cumplen muy parcialmente y a cuenta gotas, por lo cual esos problemas se continúan acumulando y agravando. 

Pero, por otra parte, hace presencia la corrupción y la mediocridad de gobernantes y funcionarios locales, al punto que los últimos cuatro alcaldes de Buenaventura han terminado envueltos en serios procesos judiciales y hasta encarcelados, junto con algunos de sus subalternos. Es indiscutible que si los recursos por conceptos de impuestos locales y transferencias de la nación se vinieran aplicando honesta y correctamente, la situación de los pobladores de esta municipalidad no estaría en el nivel de gravedad en que se encuentra. La mayoría de los gobernantes y sus funcionarios han llegado con la mentalidad de enriquecerse de la noche a la mañana con base en su apropiación de los recursos públicos, por ello no los manejan honesta y correctamente, ni proponen nada que pueda conducir a la construcción de mejores condiciones de vida para el pueblo bonaverense, y cuando aparece algún grupo del seno de la comunidad que con postura crítica propone algo bueno y positivo para esta, lo persiguen a muerte, como ocurrió con quienes presentamos las propuestas comentadas al comienzo de este escrito, desde la Central Cooperativa del Pacífico, porque lo ven como un estorbo para la cristalización de sus planes de indebido enriquecimiento personal.

Los jefes foráneos de los grupos narcoparamilitares se fueron desmovilizando mediante los acuerdos firmados con diferentes gobiernos, algunos extraditados a USA, pero quedaron grupos armados agazapados, integrados por personas ya acostumbradas a vivir de la extorción y el narcotráfico, mediante la violencia armada. Y según indicios policiales algunos de quienes pagaron penas en USA, últimamente regresaron reclamando sus antiguos feudos o dominios territoriales, las bandas se han dividido y su confrontación por el dominio territorial y el cobro de las denominadas “vacunas”, han dejado a los pobladores en medio de su fuego cruzado, obligándolos al desplazamiento. Aunque también se puede tratar de la continuidad del despojo de los territorios de bajamar. 

Se espera que el compañero Alcalde, Víctor Vidal, que salió del seno del Comité Cívico de Buenaventura, y su gabinete, marquen un nuevo rumbo para el pueblo bonaverense y para el pacífico, que no es fácil porque las problemáticas acumuladas son demasiado grandes y complejas. Pero a la vez, deben entender que la solución radical para las problemáticas de este Distrito Especial está en lograr la ejecución del Plan de Desarrollo Integral para las Comunidades Negras, Afrocolombianas, Palenqueras y Raizales, por lo cual deben aportar su cuota de esfuerzo para lograr que se incluya en el Presupuesto Nacional, porque en la medida que se centren en buscar solo soluciones para Buenaventura, corren el riesgo que el resto del pacífico se vuelque hacia ese municipio en la búsqueda de oportunidades y por tanto, las problemáticas sociales continúen creciéndose y complejizándose, lejos de solucionarse. Que los afrocolombianos nos salvamos unidos o nos terminaremos de hundir por separado. 

Azabache, febrero de 2021

No hay comentarios:

Publicar un comentario